Si quieres descubrir las propiedades de los anacardos crudos o naturales y sus grandes beneficios para nuestra salud quédate a leer este artículo completo, en el que te detallo todo lo que necesitas saber de este delicioso fruto seco.
¿Qué son los anacardos?
¿Qué es el anacardo? ¿Es realmente un fruto seco? Lo que conocemos comunmente como anacardo proviene de un árbol llamado anacardium occidentale que procede de Venezuela y el nordeste de Brasil.
El fruto procedente de este árbol produce la semilla o nuez (de cuyo interior se saca el fruto seco que conocemos y consumimos como anacardo) y, además, un pseudofruto que madura después de la semilla y que tiene color rojo, amarillo o anaranjado.
El anacardo, por su parte, es lo que comemos nosotros y pesa unos 10 gramos, teniendo forma de riñón. Aunque, para su descubridor, su forma se asemejaba más a un corazón invertido (ana se traduce como «hacia arriba, mientras que cardium como «corazón»). Se trataba del monje y naturalista francés André Thevet.
¿Qué otros nombres o sinónimos tiene el anacardo?
Según el país, y de acuerdo a la denominación del árbol, el anacardo tiene distintas denominaciones, como marañon, cajuil, caguil, castaña de cajú, merey, cajú, nuez de la India o pepa.
Propiedades de los anacardos crudos
Los anacardos, como todos los frutos secos, atesoran una gran cantidad de propiedades nutricionales muy interesantes en un tamaño muy comedido. Los anacardos no decepcionan, siendo muy beneficiosos para la salud. veamos algunas de las propiedades de los anacardos naturales:
Ricos en proteínas de alta calidad
los anacardos tienen una alta cantidad de proteínas, rondando los 15,3 gramos por cada 100 gramos. Y no solo poseen una gran cantidad, sino que poseen proteínas de alta calidad, de forma que poseen todos los aminoácidos esenciales. Esto los hace muy aconsejables para personas que llevan una dieta vegana o vegetariana.
Poseen una proporción ideal de grasas
La proporción de grasas de los anacardos viene a ser la que los nutricionistas consideran como perfecta, siendo de 1-2-1: ácidos grasos saturados, monoinsaturados y poliinsaturados. Así, esta proporción es equivalente a la del aceite de oliva, considerada la más sana. Esto quiere decir que las grasas de los anacardos son más sanas que las del resto de frutos secos, incluyendo las almendras y las nueces, las cuales son ya sanas de por sí.
Muchos minerales y en altas proporciones
Los anacardos nos proporcionan cantidades muy altas de cobre y magnesio, y bastante altas de fósforo y de hierro. Concretamente, con 100 gramos de anacardos obtendremos el 111 % de las necesidades diarias de cobre, un 65 % de fósforo, un 49 % de cobre y un 33 % de hierro.
Destaca en vitamina K y las del grupo B
En cuanto a vitaminas, los anacardos nos proporcionan una gran cantidad de vitamina K, llegando al 49 % de las necesidades diarias con 100 gramos. Por lo que respecta a las vitaminas B, supera el 10 % en algunas de ellas, como la tiamina, la riboflavina y el ácido fólico. También poseen vitamina E en dosis considerables.
Son energéticos
Obviamente, como buen fruto seco, los anacardos poseen hidratos de carbono, rondando las cantidades del 32 %, dándonos el 11 % de las necesidades diarias. Por lo tanto, son un alimento ideal para deportistas, especialmente para el momento de la actividad deportiva, especialmente por su tamaño y peso.
Poseen omega 3
Lo cual siempre es positivo, sobre todo si tenemos en cuenta que en el mundo vegetal no son numerosos los alimentos que lo poseen, con unos 161mg por cada 100 gramos.
Beneficios de los anacardos naturales
Después de haber visto las propiedades nutricionales de los anacardos crudos, vamos a ver ahora sus beneficios, los cuales, obviamente, están estrechamente ligados:
Son un alimento perfecto contra el colesterol y los triglicéridos
Debido a la calidad de las grasas que poseen los anacardos, se han convertido en un alimento muy aconsejable para personas hipertensas o con problemas cardiovasculares, como el colesterol y los triglicéridos.
Además, gracias a los fitosteroles y las cantidades que poseen de omega 3 y omega 6, los anacardos ayudan a bajar el colesterol malo y regular el bueno.
Previenen la formación de cáncer
Los anacardos tienen un flavonoide llamado proantocianidinas, que se ha mostrado eficaz contra células malignas. Por otra parte, recientes estudios están descubriendo que puede reducir el riesgo de cáncer de colon.
Buenos para nuestro cerebro y sistema nervioso
Gracias a las cantidades que poseen de fósforo, cobre y otros minerales, los anacardos mejorar nuestro sistema nervioso, en general, y nuestra memoria.
Antihemorrágicos
Por sus altas proporciones de vitamina K, los anacardos contribuyen a una mejor coagulación de la sangre. También ayuda al desarrollo normal de huesos y tejidos con las proteínas.
Mejoran la salud del cabello y la piel
Como vimos antes, los anacardos son muy ricos en cobre, el cual estimula la salud del cabello y la piel.
Se dice que es afrodisíaco
Debido a la presencia de zinc, que es necesario para la producción de las hormonas sexuales del hombre.
Triptófano y vitaminas B: placer, sueño y felicidad
Los anacardos poseen grandes cantidades de triptófano, un aminoácido que se usa en la síntesis de la serotonina, el neurotransmisor de la felicidad y el placer. Además, ayuda al sistema nervioso a relajarse y obtener un sueño más profundo. Si le sumamos las aportaciones de vitaminas B, tenemos un alimento con efectos antidepresivos.
Huesos fuertes y músculos tonificados
Gracias a los anacardos, la salud de nuestros músculos y huesos se verá mejorada. La cantidad que poseen de magnesio es esencial para tener unos huesos fuertes. Además, ayuda a la relajación y optimización de los músculos. No hay que olvidar que también poseen calcio.
Hígado sano
Para mantener el hígado sano, los anacardos son buenos evitando la formación de cálculos biliares, los cuales obstruyen los conductos biliares y son el origen de numerosas afecciones.
Anacardos: tabla nutricional
A continuación os exponemos la tabla de valores nutricionales de los anacardos por si queréis estudiarlos al detalle:
Valores para: | Por cada 100 gramos |
---|---|
Proteínas | 15,3 gr |
Carbohidratos | 32,7 gr |
Azúcares | 5 gr |
Calorías | 574 |
Colesterol | 0 |
Grasas | 46,3 gr |
Saturadas | 9,2 gr |
Monoinsaturadas | 27,3 gr |
Poliinsaturadas | 7,8 gr |
Fibra dietética | 3 gr |
Vitamina B1 | 0,2 mg |
Vitamina B2 | 0,2 mg |
Vitamina B3 | 1,4 mg |
Vitamina B5 | 1,2 mg |
Vitamina B6 | 0,3 mg |
Vitamina B9 | 69 mcg |
Vitamina E | 0,9 mg |
Vitamina K | 34,7 mcg |
Calcio | 45 mg |
Hierro | 6 mg |
Magnesio | 260 mg |
Fósforo | 490 mg |
Potasio | 565 mg |
Sodio | 16 mg |
Zinc | 5,6 mg |
Cobre | 2,2 mg |
Manganeso | 0,8 mg |
Selenio | 11,7 mg |
Omega 3 | 161 mg |
Omega 6 | 7661 mg |
¿Los anacardos engordan?
Un punto que preocupa a muchas personas es si engordan los anacardos. En general, podemos decir que son un alimento calórico, con 574 calorías por cada 100 gramos, por lo que podemos decir que no son adecuados si lo que quieres es perder peso. Sin embargo, al tener tantas propiedades pueden considerarse un alimento por sí mismo, con lo que su consumo es más que recomendado si se van a sumar las calorías del día.
Además, en cantidades pequeñas no son un problema, sino una bendición.
Contraindicaciones de los anacardos y efectos secundarios. ¿Son tóxicos?
Los anacardos apenas presentan problemas o efectos secundarios. Alguno que podemos citar, por ejemplo, es si se están tomando medicamentos anticoagulantes, no se recomienda su consumo, debido a la acción coagulante de la vitamina K, como hemos explicado más arriba.
Por otra parte, para las personas que tienen digestiones difíciles, se recomienda tritularlo bien en la boca antes de tragarlo, o bien, reducir su consumo.
Por supuesto, en casos de alergia, debe eliminarse su uso y consultar con un médico.
Por otro lado, se debe tener en cuenta que la relación de los anacardos con la toxicidad no se relaciona, en absoluto, con la semilla, sino con la cáscara. Por lo tanto, no. No son tóxicos.
¿Cómo comer los anacardos, crudos o naturales, tostados o salados?
Los anacardos se suelen cocer al vapor tras su recolección para quitar la toxicidad de la cáscara. Quedan blandos y crujientes para su consumo y es la forma ideal. De hecho, es el punto de partida para muchas recetas.
No obstante, estamos más acostumbrados a comerlos como fruto seco después de que hayan sido tostados y salados. Obviamente, están más sabrosos de esta última forma, pero son más sanos sin sal.
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